Esto no es un libro prohibido.
Nadie ha trazado sus signos en tiza
sobre la piedra negra.
Por favor, un memorándum
o una grabación fonográfica, piden por aquí.
Para estos enfermos que se creen hornos
y cuecen errores que son como ladrillos.
Sus gafas fueron el mapa de la ciudad.
Pasos, como paradas de autobús,
como el violeta de las uñas de esa mujer.
Humo y cuentos, puestos de algodón
en la cartografía de la luna.
Un hombre que tiró a la papelera
recuerdos de velas izadas.
En la radio del coche o en el jazmín de la noche.
Venas que marcan los aciertos, no el futuro,
de los libros abiertos por el final.
Muy mal. ¿dónde está el discurso?
¿Dónde los gatos negros
y los paraguas abiertos antes de tiempo?
Un octubre con medusas y una torre.
Un martín pescador que te salva, a tiempo,
de un ¿bailas?.
Sí, pero no toques tanto.
1 comentario:
Impecable, como siempre.
Cuídate.
Publicar un comentario