Te has pasado con el café.
Y con el frío.
Un tren colgado de las cuerdas de
tender.
Le dijimos adiós con resaca de
destellos.
Perderse entre contraluces de
escenario.
¿Dónde hay pilas de repuesto?
Peajes de gente que huye porque
echa de menos.
Árbol que acabará llenando la casa
de hojas.
Raíces que podrían agonizar
si nadie lo trasplanta al final.
Una casa de hojas color ausencia.
Y mi dignidad,
¿dónde estaba cuando la necesité?
¿Qué hacía con un marcapasos?
Ahora, simplemente,
recojo las migas de este tango.
Cuido de mi cerezo en flor,
de mi capacidad de emocionarme.
Ese que cerrará el agujero de
gusano
que se llevó todo lo que nunca fue
mío.
Poema publicado en octubre de 2010 en este blog. Publicado el
mismo año en el libro Invítame a vivir.
No hay comentarios:
Publicar un comentario