Yo, tan diptongo y tú, tan hiato,
tan patrón acentual,
tan fórmula de tratamiento
antepuesto a nombre propio.
Yo, tan voces y coro,
en el banco, bajo el árbol átono
viendo zarpar el principio de economía.
Regresando a la unidad lingüística,
derribando fronteras e idolatría.
No hay comentarios:
Publicar un comentario