Feliz por haber llegado hasta Café de Flore sin saber nada
de ella. Emocionante. Un rompecabezas. El poder de la música. Lo que nos ata.
Así que, si aún no las has visto, no leas nada sobre ella.
Ni siquiera lo que sigue a continuación. La ignorancia a veces es un don. Así
que busca un momento tranquilo, mejor si la ves solo/a, para que nada te
distraiga.
Aviso, es un poco extraña y diferente. Pero estoy segura de
que te emocionará.
Me encanta el cartel.
Ojo, si no la has visto, no sigas leyendo.
SPOILER:
La frase sin duda es la de lo difícil que puede ser aceptar
que la persona a la que más quieres quizás no es tu alma gemela.
Los detalles con las canciones, las que nos hacen sentir
bien; las que nos llevan a detenerte y observar a la gente y a la vida; el
hecho de usar los silencios, porque son necesarios o porque luego dan más
emoción cuando suena la música. El hecho de que siempre habrá canciones que te
recuerden a esa persona.
El dolor. De una pérdida, de darte cuenta que quien creías
que era para siempre quizás no era para ti. Superar las cosas. Quedarse con un
vacío dentro. Gritar sin que nadie, ni siquiera tú lo oigas.
Aceptar que la vida no sea como tú siempre habías imaginado
que sería. Aceptar que aunque le ames, no te pertenece. No puedes encadenarlo.
Debes dejarle ir. Debes dejar que sea feliz. Aunque no seas tú quien lo haga.
Atreverte a ser feliz. Aunque no siempre sea lo correcto,
aunque una losa de culpabilidad pueda recaer sobre ti en algún momento. Debes
permitirte ser feliz. Porque si tú no lo eres, harás muy infeliz a los que se
queden a tu lado.
Me encanta la relación de madre-hijo. Es preciosa e
inspiradora. Pero no puedes encerrarle para evitar que vuele lejos de ti. Debes
dejarle ir. Nadie, ni siquiera tus hijos son de tu propiedad. Son seres
humanos. Y necesitan sentirse amados, pero también amar.
Es quizás lo más duro de aceptar: si deciden marcharse de
nuestro lado. Si no te aman tanto como tú a ellos.
Y eso, no siempre se consigue.
Me encanta ese: Café, que pide el hijo. Los detalles. Las
sensaciones. Al final, el cine,es eso. Sentir.
Suenan The Cure, Creedence Clearwater Revival, Pink Floyd y
la canción que da nombre a la peli, "Café de flore" de Matthew
Herbert. Música que representa la liberación.
Dirigida por el
director canadiense Jean-Marc Vallée, que teje un extraño rompecabezas sobre el
amor, los vínculos, los recuerdos, la pérdida, la locura. Valiente y llena de
sensibilidad.
2 comentarios:
Interesantes recomendaciones de cine. A ver si puedo verlas por Internet.
Me gusta tu blog.
Un abrazo.
Ohma, gracias por participar con tus comentarios en esta casa. ¡Espero que te guste la película! Vuelve cuando quieras
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