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sábado, 2 de febrero de 2013

CARTA ABIERTA A ABOGADOS, JUECES Y DEMÁS EXPERTOS EN LEYES.


CARTA ABIERTA A ABOGADOS, JUECES Y DEMÁS EXPERTOS EN LEYES.


Ya llevamos demasiado tiempo  con corrupciones, con la indecencia con que se recortan nuestros derechos y sueldos. 
Intento obligarme día a día, a concentrar todas mis energías en buscar soluciones.  Nosotros, como simples ciudadanos, sin cargos, ni poder, poco podemos hacer para obligar a los que deben administrar nuestro dinero para asegurarnos un estado de bienestar, que, ojo, nunca será gratuito, porque lo financiamos con nuestro dinero a través de  impuestos.  La frustración es el pan de cada día al ver que la corrupción, la prevaricación, el llegar al Gobierno con un programa para actuar de modo contrario cuando se está en el poder, etc no tiene ningún castigo: nadie dimite, nadie devuelve lo que ha robado, nadie va a la cárcel.
Como decía, intento obligarme a centrarme en soluciones. Pero es difícil. Los medios de comunicación nos sangran día a día con muestras constantes de la estafa en la que se ha convertido nuestra democracia. Está enferma y no es suficiente salir a la calle a manifestarse. No es suficiente recoger firmas. No es suficiente hacer una huelga general al año. No es suficiente. Nos están robando la vida. Y la vida de nuestros hijos.
Y al final, siempre llego a la misma conclusión. Es cierto que cada cuatro años, podemos castigarlos en las urnas. Dejar de votar al PSOE y al PP sería un bonito mensaje. Pero por desgracia, con nuestra ley electoral,  creo que no cambiaría nada.
¿Cómo cambiamos las cosas entonces? Necesitamos ayuda de quienes  son expertos en leyes: abogados, jueces, etc. Ellos pueden darnos las directrices para poder hacer insumisión fiscal de forma segura. Porque sólo si dejamos de darles nuestro dinero empezarán a tomarnos en serio. Nuestros dirigentes tienen tanto poder por culpa de que han secuestrado nuestro dinero. Nosotros lo aportamos (de forma obligada) para educación, sanidad, vivienda, trabajo. Pagamos por nuestros derechos. Pero una de las dos partes implicadas en este ‘contrato’ está incumpliendo totalmente el pacto.
Es hora de que dejemos de financiar sus privilegios, sus excesivos sueldos, sus corrupciones.
Pero dejar de pagar impuestos es una idea difícil de llevar a cabo si: no tenemos asesoramiento legal y si no lo hacemos la mayor parte de la población.
Es algo manido, lo sé, pero no por ello es menos cierto. Sólo unidos podemos conseguirlo.
Y ahí es dónde veo el mayor problema. ¿cómo convencer a la gente para hacer insumisión fiscal? Los medios de comunicación podrían conseguirlo haciéndose eco de las alternativas, de las plataformas que abogan por un cambio democrático, por la lucha por recuperar nuestros derechos y nuestro futuro. Las redes sociales, los carteles  callejeros, los folletos informativos autofinanciados sólo llegan a un pequeñísimo porcentaje de la población.
Hay que decidir entre actuar o ser cómplice; entre ser esclavo o libre. Al final es así de simple.

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